2. Mi persona en los derechos humanos



Introducción

Esta segunda entrada se forma en la pregunta: ¿Qué papel juego en el tema de los derechos humanos? A lo largo de los años, estos derechos no se han cumplido totalmente. Se han creado para que la sociedad los respete, es decir, que nos reconozcan nuestra dignidad. Pero para ello hay una gran necesidad de que todos aportemos para su debido cumplimiento. Es una tarea que le compete al gobierno, entidades y a la población. 

¿Qué papel juego en el tema de los derechos humanos?  
El papel o rol que tenemos que emplear debería de ser un papel sumativo, responsable y positivo. En mi caso, lo hago de esa manera porque reconozco el valor igualitario que todas las personas de mi alrededor poseen. Cabe mencionar que desde casa provienen las enseñanzas para ser una persona responsable y respetuosa. Los padres son nuestros primeros formadores para que después la sociedad nos ayude a la implementación de otros deberes o derechos que poseemos como ciudadanos. 
A mí y a todos los demás nos compete cumplir con lo siguiente:

  • Derechos de 1º generación: Derechos individuales o civiles.
Esta generación aborda el derecho a la vida, libertad, integridad, igualdad, justicia, nacionalidad, privacidad y ninguna esclavitud o tortura. 

A cada uno de nosotros nos corresponde respetar algunos de los derechos antes mencionados. Los asesinatos son acciones ''inhumanas'', es decir, ningún individuo tiene la potestad de atentar contra la vida de quién lo rodea. Tenemos que respetar a los demás porque somos iguales por el hecho de ser seres humanos. Existen diferencias tanto sociales, económicas y políticas, pero nuestra dignidad e integridad nunca cambiará. Así mismo cada persona gracias a su esfuerzo, sacrificio y dedicación posee sus pertenencias privadas. Por lo tanto, estamos llamados a respetar todo aquello que no nos pertenece.

De igual forma a las instituciones les compete cumplir otra parte de los derechos humanos:

  • Derechos de 2º generación: Derechos sociales, económicos y culturales.
Como ciudadanos merecemos educación, salud, días de descanso, vacaciones laborales y un trabajo digno en condiciones adecuadas tanto para desarrollar las labores correctamente como para poder poseer una vivienda y todo lo que implica la economía del hogar o familiar (insumos básicos).

  • Derechos de 3º generación: Derechos de solidaridad.
Como ciudadanos tenemos derechos a la paz, a vivir en un ambiente sano, a que nos respeten el patrimonio común de nuestro lugar de procedencia o residencia y a lograr un desarrollo pleno tanto económica como socialmente. Esto se puede cumplir con la cooperación de diferentes entidades o grupos sociales como con los mismas personas, es decir, un esfuerzo mutuo. 

Conclusión

Como cierre, afirmamos que los derechos humanos tienen que ser respetados por la sociedad en general para que podamos gozar libremente de ellos. Poner en práctica los derechos humanos nos hacen mejores personas porque siempre reconocemos y respetamos a todas las personas que nos rodean.

De manera personal, puedo decir que respeto todos aquellos derechos que me competen. La clave es contribuir con pequeñas acciones para su cumplimiento. Por ejemplo, respetar los bienes y la privacidad de los demás y no ver de menos a quien nos rodean, no son acciones ajenas a nosotros. Con el paso de los años nos damos cuenta que los derechos humanos siguen siendo violentados. Por ello sería ideal que aportemos para su debida consideración según lo que dispongamos, es decir, desde nuestra zona de confort, desde nuestra casa. 

Referencias


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